¡Qué semana tan mágica! Cuando llegamos el martes por la tarde al cole, ya no estábamos en el Ponce. Hubo un tornado y a Dorothy y a nosotr@s nos transportó a un lugar desconocido. Por el camino, conocimos a tres personajes increíbles; el Espantapájaros, que no tenía cerebro, el León, que no tenía valor y el Hombre de Hojalata, que no tenía corazón. Todos querían ver al Mago de Oz, ya que sería el único que podía ayudarles. A ellos y también a Dorothy y su perro Totó, que querìan volver a su casa en Kansas.
El miércoles estuvimos en Ciudad Esmeralda, donde todos sus habitantes eran o vestían de color verde. Para poder entrar allí y ver al Mago de Oz, necesitábamos unas gafas con cristales verdes, así que las construimos.
A cada grupo el Mago de Oz se nos presentó de maneras diferentes. Justo, para nosotr@s, fue una cabeza flotante que daba un poco de miedo. Nos dijo que para cumplir nuestros deseos y los de nuestros amigos, tendríamos que llevarle la escoba de la Bruja Malvada del Oeste.
Llegó el día de enfrentarnos a la Bruja del oeste. Y no fue tarea fácil. Nos encontramos a Dorothy, Espantapájaros, Hombre de Hojalata y León y nos pidieron ayuda para enfrentarnos a la malvada bruja y derrotarla. Nosotr@s, como queríamos ayudarles, ni nos lo pensamos. ¡Pero madre mía! Nos mandó a su ejército de abejas, de cuervos y de monos alados y nos costó muchísimo trabajo vencerla. De hecho, fue Dorothy quien lo hizo. ¡No sabíamos que la bruja odiaba el agua! Y no nos extraña, fue caerle un cubo encima y SE DERRITIÓ.
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